Emanuel Ginóbili: el más grande deportista argentino de la historia

Entendé esto y entendelo bien: Emanuel Ginóbili es el más grande deportista argentino de la historia. ¿Se te vinieron todos esos nombres a la cabeza, no? Fangio (automovilismo), Diego, Vilas (tenis), Luciana Aimar (hockey), Di Stefano, Monzón (boxeo), Pichot (rugby), De Vicenzo (golf), Adolfito Cambiaso (polo), Messi… Casi todos, los mejores en sus deportes, la mayoría a nivel mundial. ¿Entonces por qué Manu está un peldaño por encima de ellos? Primero, porque triunfó como pocos en un básquet (NBA) que no se encuentra en ningún otro sitio. Segundo, porque triunfó en un deporte que no es el deporte rey de su país. Tercero, porque sus triunfos, entrega y calidad perduraron en el tiempo (16 temporadas en los Spurs) como solo perduran los triunfos de los distintos. Y cuarto, porque siempre (al menos desde que yo recuerde) se comportó como un excelente profesional y una gran persona (esto último podría no ser importante para muchos, pero para mí lo es). No es tan loco que nos salga un Diego, un Cambiasso, una Aimar, un Messi, un Delpo… Obvio que todos tocaron la cima y más que merecido lo tuvieron o lo tienen (y acá no le estamos quitando mérito a nadie). Pero Ginóbili se destacó en un deporte que en la Argentina prácticamente no existe (insisto en que en la NBA se juega a otra cosa). Y no solo eso, sino que con 40 años siguió dando que hablar como dan que hablar los grosos.
Los MVP en las finales con el Kinder Bologna en Europa. La Generación Dorada con esa palomita a Serbia. Los cuatro anillos en San Antonio. Y el respeto, admiración y cariño del mismo mundo de la NBA (entrenadores, compañeros y rivales, afición, la Liga). Steve Kerr, nada más y nada menos, le dijo que le hacía acordar a un tal Federer… Estos tipos no se retiran nunca, son eternos.
Se llama Emanuel Ginóbili y es el más grande deportista argentino de todos los tiempos. Gracias, Manu. Muchísimas gracias por todo.

Día Internacional del Beso

Hoy es el Día Internacional del Beso

Y muchos se preguntan: «¿Qué tan importante es un buen beso?»
La verdad es que el beso es, de los primeros acercamientos con esa persona, el paso más importante de todos. 1ero llega esa mirada que los encuentra a los dos en una misma sintonía. Hay atracción, él o ella toma la iniciativa de acercarse, de decir algo (no siempre es necesario) hasta que EL BESO llega y el sentimiento es inigualable a todos los que sentirás con los posteriores besos. Porque más allá de la pasión y el amor con que uno bese, la realidad es que siempre está bueno que ese primer beso no sea inmediato, que se haga desear un poco (tampoco demasiado porque todo lo bueno debe ocurrir la mayor cantidad de veces posibles) para que, en el momento en que ocurra, todo sea perfecto. Porque, «Tan solo con un besito, me llevó al infinito y ni siquiera la conozco bien». Sí, un buen beso te lleva al infinito más perfecto que vayas a conocer.

Siempre que beses, que sea con pasión. Sentilo. Besar porque sí, sin ganas, es sinónimo de malgastar besos y eso es inadmisible.

¿Puede uno enamorarse por un buen beso?
«Que solo por un beso, me puedo enamorar. Sin necesidad de hablarse, solo los labios rozarse, cupido los flechará». Y… un buen beso es clave para que pueda existir amor.

¿Qué significa un beso?

«Un beso significa amistad, sexo y amor, en qualquer parte del mundo no importa la religión». Porque un beso resume lo que pasa entre dos personas. Claro que hay otras cosas sumamente importantes, pero si el beso no se siente…

La vida pasa muy rápido. Es más corta de lo que pensamos. No dejes de buscar ese «beso de su boca que te lleve al cielo, que te haga hablar con Dios y te haga alcanzar a las estrellas de la emoción».

¿La querés besar? ¿Lo querés besar? Andá, animate, no pierdas el tiempo. Te garantizamos que nada perderás y, quién sabe, tal vez un inolvidable momento pasarás, gracias a que
«Su boca es tan sensual, me cautiva y me exista, no me canso de besar. Su lengua es mi debilidad, ella sabe los truquitos, díganme si hay alguien más».

Por muchos buenos besos para todos.

Feliz #diainternacionaldelbeso

GRITAR CUECO TAMBIÉN ES DISCRIMINAR (PERDÓN ELKIN)

El jugador del Chorrillo FC, Elkin Mosquera, denunció que un dirigente de Alianza FC le gritó “gorila” desde un palco del estadio Maracaná. Las autoridades pertinentes están obligadas a actuar y sancionar de manera ejemplar a aquel que sea responsable de esta situación. Incluso, nada mejor que el mismo agresor acepte su “error”, pida disculpas y se ponga a disposición de la ley.

¿Por qué escribo ese “error” entre comillas? Porque la realidad es que lo que sucedió no es un error. Generalmente, los errores se comenten sin querer o ignorando la gravedad del asunto. Pero no se discrimina sin querer: se discrimina por haber tenido una pésima educación (no me refiero a la académica) y se discrimina porque discriminar es parte del día a día de nuestras sociedades. Incluso, tal vez vos también discrimines.

El primer gran ejemplo de discriminación que hay en el mundo del deporte panameño es el famoso grito que escuchamos en todos los estadios de este país: “CUECO”. Cuando gritás “cueco” estás discriminando, pero como lo hemos convertido en algo «gracioso», nadie hace algo al respecto…

Y no solo se discrimina cuando gritamos eso en el estadio. Discriminás cuando te reís o criticás a otro por cómo se viste, por cómo habla, por lo que come, por las apariencias, por la música que escucha, por los amigos que tiene, porque es del ghetto (villa) o porque es yeye (fresa, cheto), por el trabajo que tiene, por la nacionalidad, porque está enfermo…

Que esto que le ocurrió a Elkin Mosquera sirva de algo. Te pedimos perdón, Elkin, porque la sociedad en sí es responsable de lo que te pasó. Que no solo se quede en la sanción ejemplar que este asunto en particular merece; ojalá que todos nos demos cuenta de que tenemos que cambiar. Porque si pedimos sanción por esto, pero después seguimos discriminando, hipocresía será la palabra que mejor nos pueda definir, sabiendo que señalamos en este caso “solo porque es públicamente lo correcto».

Comparto un link sobre lo que es discriminar y sobre las distintas formas de hacerlo. Vas a ver que, tal vez sin saberlo, vos discriminás. Y también, lo más seguro es que seas discriminado https://e-igualdad.net/tipos-discriminacion-social/

EL CARNAVAL TABLEÑO: UN CARNAVAL FELIZ

Olvidate de todos los carnavales que viviste, o que viste por tv, o que te contaron. El carnaval panameño en Las Tablas, en casa de tía Minerva, es lo más sagrado, intenso, riguroso, agotador, buena onda y feliz que existe en este país y, muy probablemente, en el mundo.
Es lo más sagrado porque ser de Calle Arriba es un sentimiento, una responsabilidad y un compromiso con la historia de nuestra tierra santeña, no solo tableña. El trabajo del equipo es asombroso, admirable y envidiable. No paran de trabajar ni un segundo para demostrar que a Calle Arriba solo lo supera Calle Arriba. Amigos de Calle Abajo Bis: ya lo dijimos en vivo por la tele para todo el país y en el Consejo Municipal post carnaval, pónganse de acuerdo y háganse UNO porque si no el año que viene no salimos al parque. Así es aburridísimo. Así nuestro carnaval pierde su esencia (y además los aplastamos con los ojos cerrados).
Es lo más intenso porque no se para nunca. Porque la música no para de sonar, ni los animadores de agitar, ni las bandas de tocar, ni los fuegos artificiales (espectaculares) de iluminar el cielo. Porque las paredes tiemblan como ya en Panamá nos estamos acostumbrando a los temblores. Y porque todo el mundo que está allí solo tiene un propósito y ese propósito es vivir esos días a pleno.
Es lo más riguroso porque en el carnaval de Las Tablas hay que dejarlo todo, y si no lo dejás el diablito que hay dentro tuyo te molestará durante el resto de tus días. Si vas a Las Tablas tenés que vivirlo al estilo Las Tablas. (Y eso que me perdí el topón… Voy a tener que volver el año que viene.)
Es lo más agotador porque durante 5 días simplemente no parás ni aunque quieras. Tenés un par de horitas para dormir, pero la realidad es que solo cerrás los ojos por un momento, ya que a los pocos minutos los abrís sobresaltado porque sabés que te estás perdiendo de eso a por lo que fuiste.
Es lo más buena onda porque estás en un pueblo lleno de gente que solo llega hasta allá a pasarla bien. En la casa de la tía Minerva solo se respira buena onda. No solo de ella y las demás tías, tíos y primos que entran y salen y siempre saludan, comentan y preguntan con la más linda de las sonrisas; también de todos aquellos que uno conocía poco o nada y de repente pasaron a ser parte de tu carnaval como si fueran los de siempre.
Y es lo más feliz que existe porque a donde elijas ir, al Parque, al PH o a la fonda por el sancocho, la gente lo único que sabe hacer en sonreír y bailar. Sí, bailar. Porque bailar es lo más de lo más. Y bailan todo eso que a mí, hasta antes del carnaval, no me gustaba. Pero que ahora, cada vez que lo escucho, al menos alguna parte de mi cuerpo se mueve. Porque si esas plenas generan tanta felicidad en tantísima gente, algo bueno deben tener. Mención aparte para la típica y las piezas exclusivas de Calle Arriba y los contrincantes. Esas bandas sonando mientras dan la vuelta con todo el tableño cantando con tanta pasión son maravillosas. Realmente toda la gente que está en Las Tablas durante el Carnaval es demasiado feliz. (El panameño tiene eso que le gusta ser feliz. En los demás países deberíamos copiarlo un poco.)
Mención especial para el PH, un lugar en donde los jóvenes entienden que bailar, cantar, saltar y mojarse (por el calor) es una bendición eterna IMG-20180215-WA0048. Sentí que el PH es el lugar en donde la gente es como es. (Los culecos en el Parque también son brillantes.)
Qué decir de los carros alegóricos liderados por la nueva reina, Ana Victoria Castillo De Bello (la rompió toda), y acompañados por un sinfín de fieles que permitían que todo sea perfecto (incluída la Reina saliente, la prima María Laura, orgullo familiar que entendía como nadie el folklore de qué decirles a “los otros”. Un carro más espectacular que el otro, sorprendiendo salida tras salida con formas y colores que aún muchos seguimos recordando y admirando. A esos dragones no me los olvido más.
Gracias a mi hermano querido Manuel (una de las bendiciones más grandes eshaberme cruzado con él en esta vida) por abrirme las puertas de algo tan maravilloso como lo es su grupo de amigos. Gracias a ellos por ser impecables desde el día uno (que las Jennys no paren de bailar arriba del cooler, que el Sensei nos explique cómo hace, que el carrito sea eterno…). Todos son demasiado cracks. Que se venga el festejo post carnaval.
Gracias a Manu también por presentarme a su increíble familia. Gracias al primo Dani por ser como es (TIPAZO. Lo saludan hasta los árboles). Gracias a la Tía Minerva por todo (por el momento del decreto también porque no me lo olvido nunca más en la vida). Ese todo abarca a las tías Olga, Kathia y a todos los demás con los que compartí aunque sea unos instantes, desde los más chicos hasta lo más grandes (ya sé, tendría que mencionarlos a todos, uno por uno). Un agradecimiento especial a la tía Eutimia y las chicas que nos atendieron como si fuéramos sus hijos. ¿Entendés que en esa familia todos tienen una buena onda increíble? Contagian su emoción, alegría y amor por el carnaval, por ser de Calle Arriba y por ser parte de esa familia. Ese todo de Tía Minerva también abarca su forma de ser, su alegría, su organización, su seriedad cuando es necesaria, su aguante día tras día, el que todos lleguen a consultarle a ella y su atención para con todos los que estábamos ahí de invitados. La verdad es que se pasaron. Tal vez me digan que hay mucha gente que abre las puertas de su casa a tanta gente como lo hace esta familia, pero empiecen a mencionarlas porque estoy seguro de que ellos son únicos a otro nivel.
De verdad, muchas gracias a todos. Tienen el carnaval más maravilloso del planeta. Y gracias a vos, Panamá. Todo esto lo creaste vos. Gracias por ser mi casa.

EL FÚTBOL DESDE ADENTRO

La IMG-20171030-WA0064cantidad de sensaciones que se viven alrededor de un partido de fútbol son indescriptibles. Imaginate que vos como hincha sufrís muchísimo desde la tribuna o por tele. No te das una idea cómo lo vive el que es parte de ese partido.

Durante los últimos meses me tocó ser parte del Cuerpo Técnico de Leones de América, equipo del ascenso panameño. Nunca me había imaginado estar dentro del fútbol de verdad, hasta que el Profe Perlo me invitó a ser parte de esto tan especial. Especial no solo por lo que es vivir un partido desde un banco al costado del campo de juego; especial también por lo que es vivir el día a día en las prácticas conviviendo con los entrenadores, jugadores, preparador físico, fisio, utilero, dirigentes y los pibes de la Sub20. Especial porque aprendés que lo que pasa en el partido mucho tiene que ver con lo que pasa en la semana de trabajo y en la vida personal de todos los que son parte (algo que muchas veces no entendemos cuando trabajamos en los medios). Especial por muchas cosas más que pasan y no salen de ahí adentro. Porque el fútbol no es jugar a la pelota y nada más. El fútbol es aprender a convivir, a acompañarte en las buenas, pero sobre todo en las malas. El fútbol de verdad es no romper códigos. El fútbol es formar y ser formado día a día. El fútbol es vida para muchísima gente. Por eso meter un gol no es festejar que la pelotita entró en un arco; detrás de cada gol hay miles de cosas que pocos saben. Por eso en cada lágrima tras la derrota no está solo la amargura de no haberlo conseguido; detrás de cada lágrima hay miles de cosas que pocos saben. Para los que están adentro de del fútbol de verdad, la frase «El fútbol es lo más importantes de las cosas menos importantes» no encaja porque el fútbol está dentro de las cosas MÁS importantes.

En lo personal, una experiencia maravillosa (esto recién empieza; ahora veo el fútbol de otra manera). El agradecimiento eterno al Profe Fran Perlo por abrirme las puertas de este mundo maravilloso, por ser uno de esos entrenadores distintos. A él se le ocurrió lo que a mí nunca se me había ocurrido (te debo una de las grandes). A mis compañeros Antony y Gregorio por ser tremendos profesionales (en lo suyo son cracks) y estar siempre juntos en todo momento. A los rivales, porque sin rivales todo sería aburrido. Y a los jugadores. A ellos por el día a día, por las bromas, por las charlas, por escuchar, por opinar, por compartir, por querer jugar siempre. A la mayoría todavía les queda un mundo de fútbol por delante. Estoy seguro que hoy son más que hace 5 meses. Desde el capitán Rafa Corazón, pasando por Pablito con 15/16 años, hasta Franco con sus años de trayectoria (y cada uno de ustedes en particular, incluído Tomasín, a quien le tocó la más difícil). Porque cada uno me dejó, en tan poco tiempo, demasiado. Para mí un honor haber compartido estos meses con ustedes. Esto sigue, pero no quería dejar de decírcelos. No se olviden que sin ustedes, los jugadores, el fútbol no existe.
Y gracias al fútbol. Antes creía que lo entendía. Ahora lo entiendo y disfruto mucho más.

PANAMÁ VA PA RUSIA

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Despertar sin haber dormido. Es la única manera de que un sueño sea realidad.

Ninoshka no podía ver el partido. No aguantaba los nervios. Pero tiene vecinos que en cada gol tiran fuegos artificiales. «Cuando escuché el 2do fuego artificial, fue como cuando se te muere un familiar: no sabes qué hacer».
Las avenidas repletas de autos que no paran de tocar bocina. No es el típico tranque panameño. Están festejando lo que muchos pensaban que nunca ocurriría: #Panama acaba de clasificar a su 1er #Mundial. La gente subida a los autos. Él se baja del suyo, se acerca a ella (sentada en la ventanilla) y le empieza a bailar. Se baja y bailan. No se conocen. Misma sintonía. Calle 50. Un mar de gente parqueando en la noche más feliz de sus vidas. Las gigantes bocinas en los baúles de los autos hacen sonar un trap que, contagiado por la emoción, me suena a un temazo de Cerati. Mucha cerveza y demás bebidas. Muchísimas. Y mucha buena onda. De la buena. De la sana. De repente, me encuentro rodeado de miles de personas que festejan y agradecen lo que aún no acreditan. Me felicitan por Argentina. Ellos lo habían logrado, pero me felicitaban a mí. El panameño es increíblemente hermoso. #Román metió el gol. El 50% de los niños que nacerán entre hoy y el futuro, llevarán su nombre.
Los policías ordenan sabiendo que ellos también clasificaron. Siempre serios. Hoy sonríen. El presi decreta feriado nacional. Yo pregunto y escucho: «Si dan feriado cuando se muere un presidente que estuvo hace diez años y robó…». Dejo de preguntar.
Allá abajo, #Messi nos salva del descenso. Clasifiqué a un Mundial dos veces el mismo día.
Y se prende esa bengala en el medio de la calle. El pueblo fútbolero (y no futbolero), unido, esta vez no ha sido vencido. Aparecen los jugadores en el camión de bomberos. Momentazo. Panamá y una sensación nueva. Hermosa. Yo también la siento. No sabía que existía. Ver a tanta gente linda feliz, contagia.
En la cancha, dos momentos: el himno y la abuela (#ladoña) que entró para hacer tiempo (cuando la vi, entendí que Panamá es el lugar).
Qué lindo es ser #Panargentino.
Patria, son tantas cosas bellas.

DÍA DE FÚTBOL

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La cancha, para aquellos que adoran el fútbol, es un lugar sagrado. Es nuestra segunda casa. Ya sea, yendo a ver al equipo de toda tu vida o a tu amada Selección. Hoy, en distintas ciudades del continente americano, se estarán viviendo historias que quedarán en el (grato o amargo) recuerdo de todos aquellos que no paran de pensar en #Rusia2018, en el próximo Mundial. #Asunción estará paralizada porque en su estadio se juegan la vida vs Venezuela. #Lima no trabajará durante toda la tarde porque, cuando nadie lo creía, está a centímetros de lograr lo que hace décadas no se logra (los colombianos lo sufrirán a la distancia). En #Montevideo, los uruguayos saben que será todo alegría ante los bolivianos. En #SanPablo, puffff, algunos brasileños pidiendo a sus jugadores que se dejen ganar vs #Chile para perjudicar al archirrival, y así, sin querer, consumar una gran alegría en la tierra de un tal Neruda. En #SanPedroSula, #Honduras no puede creer lo que ha vivido en los últimos juegos y sabe que no le queda otra que vencer a un #México ya clasificado. En #Couva (ni idea si irá alguien)… Allá en #Trinidad, estadounidenses buscarán confirmar que lo del otro día no fue casualidad. Y dejó para lo último a mis dos selecciones: la biológica y la adoptada. #Argentina va a #Quito a luchar el no descenso. Nadie quiere entender (pero entiende) cómo es posible haber llegado a esta situación. Y en #Panamá (podría escribir un libro), una nueva posibilidad de lograr lo nunca antes logrado ante los vecinos ticos. ¿Estarán todos emocionalmente preparados para lograr el objetivo por el que tanto han trabajado? Unos sí y otros no. Son muchísimos países que sólo hablarán de fútbol entre hoy y mañana. Algunos, festejarán tanto que mañana faltarán a sus trabajos. Otros, no querrán salir de casa y buscarán culpables hasta en sus personas más queridas. Eso es fútbol. Sí, exagerado, pero así de pasional si es parte de tu vida. Esta sensación de previa es inigualable. Es hermosa. A (tratar) de disfrutarla al máximo hasta el pitazo inicial en cada estadio. Después, ella decidirá si mañana no vas a trabajar/estudiar o si te vas a pelear con un ser querido (que se te pase rápido).

La calentura de Felipe Baloy

La calentura de Felipe Baloy es la calentura de todo Panamá por perder su primera posibilidad en la historia de clasificar directo a un Mundial. Es la calentura de los jugadores, del cuerpo técnico, de los dirigentes, de los patrocinadores, de la prensa y de la afición. Por suerte para Panamá, el cruce de Baloy fue con el mejor periodista que tiene la prensa deportiva en su país. Da Silva estuvo muy a la altura de la circunstancia y nunca se permitió entrar en el terreno que la prensa nunca debe entrar (pero que muchos entran). Baloy se equivocó y él, ya en frío, lo debe saber. Seguramente, el mismo Baloy llame o cite al periodista para pedirle disculpas (las merece y las aceptará). Baloy no supo controlar sus emociones (esto no depende de la edad que tengas), como le ha pasado a muchos a lo largo de este proceso, empezando por el DT. Ahora, teniendo en cuenta la experiencia de Baloy en el mundo del fútbol (ha estado en ligas periodísticamente mucho más destructivas que la panameña), ¿por qué reaccionó así ante una pregunta? ¿Sabés por qué? Porque a Baloy le duele más que a nadie lo que pasó vs Estados Unidos. Porque él mejor que nadie sabe el partido que tuvo. Porque él soñaba con que ante USA se diera el paso final que todos estaban esperando que se dé. Porque Felipe Baloy, como sus compañeros de más experiencia y que vienen jugando en la Selección hace años, ama más que nadie esa camiseta. No tengas ninguna duda de que el jugador sufre más que ninguno una derrota como esta. Se equivocó y feo, pero que una discusión entre dos de los tipos que más le dan al fútbol panameño no se convierta en la imagen final de una historia a la cual aún le quedan un par de capítulos. Ni ellos dos, ni ningún panameño se lo merece. Se viene Costa Rica. Esto aún no ha terminado. Y no se trata de ser optimista. Se trata de que si llegás partido al medio a lo difícil, lo tornás inmediatamente en imposible. Y eso sí que sería más lamentable que una discusión en zona mixta o que perder por goleada.

CATALUNYA

Sí. Qué palabra tan poderosa. Ella tenía más de 50 y me enseñó algo que nunca olvidaré: En el otro vagón, dos personas discutían fuerte. Una más fuerte que la otra. Ella no lo dudó, se levantó y fue para allá. Yo, intentando estar siempre lo más lejos posible de lo violento, me quedé. Pensé que no sería más que una discusión «normal» por pensar distinto. Al rato, ella volvió. Se sentó y me contó que un hombre le gritaba fuerte a una chica. Él estaba enojado porque habían cortado la autopista. Ella lloraba. Me dijo que había ido (sin saber de qué se trataba) para «acompañar en silencio». No quería dejarla sola y decidió acompañarla sin decir nada. Me decía que esa chica que lloraba no se podía quedar sola en un momento así y que si tenía a alguien a su lado era más fácil que la situación terminará lo antes posible. Me enseñó que siempre hay que acompañar (como puedas) a aquel/aquella que está siendo violentada/o. Me enseñó que de la violencia no solo hay que alejarse, también hay que combatirla. En silencio, le agradecí. La admiré. Un par de paradas más adelante se subió otra ella. Tendría no más de 25 años. Llevaba puesta la camiseta de su país. La señora le empezó a contar la historia y luego, la joven le empezó a contar su historia: a las 7am ya estaban (subió con varios y varias) en el centro del pueblo y ahora querían ir a la Capital. Mientras le contaba, le iba mostrando fotos y videos de su mañana (yo, con ganas de saber, le pedía que me mostrara). De repente, la señora sacó su bandera y la empezó a atar a su mochila. Creo que dijo que era vasca, pero que hoy era una más. Estuvo un rato largo atando su bandera a su mochila. Lo hacía con tanta pasión que, sin darme cuenta, la seguí de principio a fin sin quitar mis ojos de esos colores que estaban por todas partes. A la tarde los vi a todos y todas. Cientos de miles caminaban por una de las avenidas principales. Estaban tranquilos. Charlaban los unos con los otros. Estaban «ellos» y también estaban «los otros». En realidad hoy eran todos uno. Ojalá algún día se termine el ellos y nosotros. Eran todos uno porque el domingo golpearon porque estaban diciendo algo muy importante que querían compartir. Estaban tranquilos. Hacían sus largas filas hasta llegar a las urnas. Y de repente, los de casco querían llevarse sus urnas. No les permitian el paso porque las urnas les pertenecían. Y así, los de casco, empezaron a golpear. No quiero escribir la palabra «REPRESIÓN» porque me duele mucho más todavía. Pero en realidad estaban reprimiendo, así que sí la voy a usar. Hubo REPRESIÓN. Y los lastimaron. Entonceas, hoy no sólo estaban los del SÍ. Hoy también había muchos del NO. Y todos coincidían en que la violencia es lo peor de lo peor. De que la violencia es lo peor que tiene el ser humano en este mundo. Son más de 2 millones que sienten algo muy fuerte. Y yo no sé si es SÍ o NO. He preguntado a los dos, me han contado, sigo sacando algunas conclusiones pero no me siento apto como para saber si SÍ o NO. Pero sí me siento apto para decir que con violencia perdemos todos. Y entonces veo a tres chicas de no más de 15 con ese cartel. Y veo a esos nenes jugando alrededor de su padres. Y observo todo lo que puedo. Y se abrazan con mucho cariño. Y están preocupados, pero están tranquilos. Porque están defendiendo sus derechos. NUNCA dejes de defender tus derechos. Nos enseñan que muchas veces hay que dejarla pasar, pero eso no está bien. Porque si no defendés tus derechos dejás de ser. Son muchísimos. Wow, de verdad que son muchísimos. Y no saben qué va a pasar. Saben que algo pasará, pero no saben qué. Hasta que ya en la noche, durante el cacerolazo, habló el de la corona. Y el de la corona habló de democracia. Y ahí los entendí un poco más. Año 2017: los que tienen «el poder» te obligan a que sigas sus reglas. Año 2017: sigue existiendo la figura de un rey. Año 2017: nos seguimos lastimando. Por eso, para que algún día dejemos de lastimarnos, tenés que defender tus derechos. Si no los defendés, aunque no te des cuenta, dejas de ser. cat

México, lindo y tan querido :(

Pasa lo que pasa en México y me acuerdo de Miguel, Claudia, Miguelito y el pequeño Diego. De Mamaí, sus hijos que son mis hermanos y la tardes/noches en la farmacia. Del Leche y Male, mi sillón, los paseos y la tranquilidad de saber que ellos eran mi familia. Me acuerdo y pienso en toda la gente linda que conocí de distintos medios de comunicación (muchos cracks en todos los sentidos). Me acuerdo de tantos lugares mágicos y hermosos que me presentaron. Me acuerdo de la fuerza de su Capital, imponente, caótica, tan desigual como son nuestras capitales; de su metro, eterno y sobrepoblado que te llevaba hasta el fin del mundo, si es que allá querías ir; de sus manifestaciones; de los 43; del Templo Azteca; de su comida callejera y de sus secuelas (la más deliciosa que probé en mi vida); de sus pulmones verdes; de su contaminación mostrándose más fuerte que nunca los viernes, dejándonos ver un poco más allá los lunes. Me acuerdo del Mezcal, el Pulque y los Chapulines. Me acuerdo de mi primera enchilada en mi primer desayuno. Me acuerdo de ir a bailar cumbia con Celso Piña. Me acuerdo de cómo gente que no me conocía me abrió las puertas de sus casas como si fuera uno más. Me acuerdo del albur constante como marca registrada de cualquier reunión o encuentro en donde habían más de dos personas. Y me acuerdo de la sirenas. Cada tanto sonaban y había que salir. También eran parte de mi estadía en México. Y esta vez fueron más que sirenas. Y entonces los extraño más que otros días. Y me dan ganas de estar con ustedes. Y de abrazarlos fuerte. Y de decirles que los quiero mucho y que tienen un país lleno de cosas y gente hermosa (aunque siempre nos quieran mostrar lo negativo). Y me acuerdo de Frida y Diego. De su casa. De su amor. De su odio. De su sufrimiento. De sus ideales. De sus luchas. De sus amigos y enemigos. De sus murales. De cómo contaban la historia. Su historia. Y me doy cuenta que ellos podrían ser un fiel reflejo de este México de hoy que sufre porque la naturaleza, a la cual tanto golpeamos, esta vez decidió golpearnos a nosotros (a ellos). Y se van a levantar. Claro que vamos a llorar a los que se fueron. Claro que vamos a llorar lo que perdimos. Pero también es claro que nos vamos a levantar. Que la vamos a seguir luchando como la están luchando desde siempre, por temas parecidos o distintos pero que terminan golpeando igual de duro. Porque México, Lindo y Querido tiene que salir. Que sienta el power mexicanos, que se sienta, todos juntos como hermanos. Pero esta vez sean más hermanos que nunca. Y que esta vez no solo sirva para salir de esta. Que sirva para salir de esta y de todas las que tenemos que salir. Arriba, México. Arriba que de verdad estamos con ustedes. Y gracias por ser tan maravillosos.